Reflexión del Bicentenario de la Independencia

Los grandes aniversarios son ocasiones propicias para la reflexión y los balances. En este bicentenario queremos celebrar una victoria que sucedió hace 200 años. Y entre todos entender que “No es el fin del camino sino el camino mismo de seguir obteniendo sueños como fue un día independizarnos”.

El 25 de mayo de 1810 comenzó el proceso de nuestra independencia y debieron pasar seis largos años hasta el 9 de julio de 1816. De la urgencia de declarar la Independencia, resultó un largo camino en donde pasó mucho tiempo hasta lograrlo.

Esta es una ocasión para Pensar la Patria. Ello exige un esfuerzo intelectual con una mirada serena y desapasionada que no ignore los dramas y tragedias y a la vez, esperanzadora  donde el señalamiento de las críticas no nos desanime sino que sea el acicate para  la reacción positiva.

En esta fecha tan especial, deberíamos reconocernos como hermanos, para que esta fraternidad sea el fundamento de la solidaridad social. Si veo al otro como mi hermano o como mi prójimo, me cuidaré de no aprovecharme de él o acudiré en su auxilio en caso de necesidad. Es en las sociedades divididas donde prima el interés personal sobre el Bien Común o el “yo me salvo” sin importarme la situación ajena. En este caso lo esencial radica en que todos somos argentinos, con un pasado, con una lengua, con una cultura y  un destino común. En la Nación debe reinar la confraternidad entre todos sus habitantes por todo ese acerbo compartido, independientemente de que pensemos distinto en temas opinables. El  desafío comunitario de una sociedad justa, pluralista y democrática es empezar a encontrar puntos de encuentros, basados primero en la persona como sujeto de derechos y en una justicia redistributiva que recree el sentido de equidad social como un desafío impostergable de este momento histórico.

Lo que finalmente hay que comprender es “que no podemos ser felices unos sin los otros y ciertamente nunca unos contra los otros”.

 

Como dijo Manuel Belgrano: «Este es el principio de una unión duradera, que no nos acordemos más de nuestras diferencias anteriores. Sino para soldar más y más la amistad y fraternidad tan deseada y anhelada por todos».

Que este bicentenario de nuestra independencia, sean días para reflexionar nuestra historia y traer al presente la valentía y la lucha de los hombres de 1816 para ir en busca de lo que nuestra Argentina sueña y necesita en el 2016, y por medio de la UNIÓN todos trabajemos hasta lograrlo. Es el deseo de todos los que conformamos este Honorable Concejo Deliberante.

¡Feliz Bicentenario de la Independencia para Todos!.